Burano, la isla de los colores
La isla de Burano es una de las mejores excursiones desde Venecia. Se encuentra a tan solo 7 kms y se puede llegar fácilmente por transporte público mediante un vaporetto, es la opción más sencilla y barata. El vaporetto de la línea 12 sale del muelle de Fondamenta Nuove y el trayecto hasta Burano son 40 minutos. Este vaporetto también hace parada en las islas de Torcello y Murano, esta última es conocida por la fabricación de objetos decorativos y esculturas realizadas en vidrio.
Una vez se llega a Burano, lo mejor es perderse y transitar por sus canales y callejuelas y admirar sus hermosas y coloridas casas. Se trata de una isla pequeña que se puede recorrer en poco tiempo, pero el encanto de sus rincones te puede atrapar más de lo que se puede esperar.
Cuenta la tradición que las casas de Burano son de colores por una sencilla explicación: visibilizar a lo lejos las casas de los marineros en días de niebla o mal tiempo.
La Iglesia de San Martino cuenta con un campanario bastante característico por su fuerte inclinación, debida a las condiciones del terreno conforme ha pasado el tiempo.
La Vía Baldassare Galuppi es la calle principal y más animada de Burano, con restaurantes, terrazas y tiendas de encaje y souvenirs.
Burano también es conocido por su encaje. Durante siglos, se ha ido traspasando el arte del encaje de generación en generación, siendo una disciplina artesanal muy valorada. Hay quien dice que su nacimiento deriva de crear redes para los pescadores.
Para descansar del paseo lo mejor es tomarse un gelato en alguna terraza con vistas o bien disfrutar de un tentempie en algún local de Burano.
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