Maratón de montaña Güeyinos del Diablu

Cómo amante de la tierra y montañas asturianas tenía una zona pendiente por conocer y transitar, el Parque Natural de las Ubiñas - la Mesa, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco y ubicado en el área central de Asturias entre los Parques de Somiedo y Picos de Europa.

El Parque Natural de las Ubiñas cuenta con numerosas cumbres por encima de los 2.000 metros de altitud y con amplias zonas de brañas y pasto. La principal localidad para acceder y conocer el Parque es el pueblo de Pola de Lena, situado junto a la carretera que comunica León con Oviedo, haciéndolo fácilmente accesible.

Tras consultar el calendario de carreras de trail trunning en la página web del ITRA, descubro la existencia de la carrera de ultra trail "Güeyos del Diablu" que trancurre por este Parque Natural. Sus 84 kms me parecían, de momento, excesivos para mi preparación, pero como novedad de la edición de este año y aprovechando el mismo recorrido se iba a realizar otra carrera más corta de 48 kilómetros. Lo cual no me lo hizo pensar dos veces, y me incribí en el maratón de montaña "Güeyinos del Diablu", hermana pequeña de la "Güeyos del Diablu".

El día anterior a la carrera me acerco a recoger el dorsal y recibir las últimas instrucciones de la organicación durante el briefing en Pola de Lena. Tras tomar nota de las indicaciones y del material obligatorio de la prueba, dejo preparada la mochila y la indumentaria con la afrontaría la carrera, entre otras prendas optaría por correr con el pantalón corto de compresión de HG Sport que había recibido con el dorsal.

Llegaba el día de la carrera y tocaba madrugar, pues a las 7 de la mañana y al tratarse de un recorrido lineal no circular, los autobuses de la organización que trasladan a los corredores saldrían desde el punto final de la carrera en Pola de Lena hasta Tuiza de Arriba, punto de inicio de la "Güeyinos del Diablu". Tal y cómo era el pronóstico meteorológico, se presentaba un día radiante y espléndido, despejado, sin nubes ni niebla. Así que ya sólo faltaba calzarse las Sportiva y ponerse a corretear por este bello entorno.

A las 9 de la mañana se da la salida de la carrera en el pueblo de Tuiza de Arriba (1.200m), desde el cual y sin más contemplaciones comenzamos a subir por el sendero que nos lleva hasta el Refugio del Meicín, situado a 1.540m de altitud. Desde el refugio, y sin perder de vista Peña Cerreos, comenzamos un ascenso aún más pronunciado y pedregoso hasta llegar al Puerto de Cerreos, a 1.973m de altitud, el punto más alto de la carrera.

Tras superar ese primer tramo de ascenso continuado y sobrepasar el control de Cerreos, comenzamos un vertigonoso descenso por la Senda del Pan, una zona de pastizales donde se puede correr fácil y rápidamente. Recorremos la Vega de Candioches por la línea límítrofe del Parque Natural, que además separa Asturias de León, hasta llegar a la carretera del Puerto de la Cubilla, por la que avanzaremos unos metros hasta llegar al primer avituallamiento situado en Alto del Palo, a 1.689m de altitud.

Tras pasar el avituallamiento donde hemos repuesto fuerzas en forma de fruta, frutos secos y bebida, continuamos por una larga pista de tierra que atraviesa la Vega Rodrigero hasta alcanzar la zona de la Vallota, donde podemos deleitarnos de sus riscos y la Peña Mesa que da nombre al Parque Natural. Continuamos descendiendo por unos disfrutones senderos junto al arroyo pasando por preciosas zonas de brañas para ir en dirección de la Foz de la Caviyera.

Tras cruzar el arroyo nos metemos en un tupido bosque de hayas por el que avanzaremos a través de estrechos senderos ligeramente embarrados. Tras disfrutar este descenso hacemos un parada técnica en el pueblo de Telledo (situado a 700m de altitud), donde disponemos de un nuevo avituallamiento, para refrescarse del sofocante calor, recobrar energías y llenar las reservas de agua e isotónico.

Desde la Parroquia de Telledo nos dirigimos al pueblo de Xomezana, primeramente a través de un sendero con gran pendiente de subida, y posteriormente por zonas de llaneo a través de pistas de forestales. En Xomezana de Arriba tenemos el avituallamiento más completo de la carrera, además de la necesaria bebida y fruta, en mi caso opto por tomar un tupper de pasta fría con salsa de vinagreta y algún que otro pequeño dulce elaborado por los voluntariosos vecinos de este pueblo, que se volcaron con los participantes de la carrera.

Tras el paso por la Parroquia de Xomezana y remojarme en una fuente de agua fría a la salida del pueblo, continuamos por un espeso bosque de hayas que nos proporciona una deseada sombra ante la jornada de sol y sofocante calor que estábamos teniendo. Así llegaremos hasta el pueblo de Zureda, donde tenemos otro avituallamiento para coger fuerzas y afrontar el último tercio de la carrera.

Desde el pueblo de Zureda nos enfrentamos a la última súbida de la carrera, primero por unos sombríos senderos y después por una larga pista de tierra a la intemperie, sin zonas de sombra. Lo cual se convirtió en un tramo tortuoso por el excesivo calor que estábamos padeciendo, que además coincidía con las horas centrales del día cuando el sol estaba apretando de justicia. Afortunadamente por el camino nos encontramos con una fuente donde refrescarse y beber agua. La prolongada subida acaba en el alto de Brañavalera a 1340m de altitud, donde somos recibidos por miembros de la organización para realizar el pertinente control, y por un nutrido grupo de vacas que se encuentran pastando.

Desde las praderas de Brañavalera se inicia un acusado descenso por estrechos senderos, en ocasiones embarrados dificultando el avance. Llegamos al pequeño pueblo de Otero, donde tenemos otro refrigerio para afrontar el descenso final hasta Pola de Lena (370m) por una corrible pista de tierra bajo la sombra de los árboles.

Los metros finales por las calles de Pola de Lena se realizan recibiendo los ánimos, felicitaciones y aplausos de los vecinos y visitantes allí presentes. El track GPS de la carrera con el perfil altimétrico, mapa y demás datos se pueden consultar como siempre en el enlace de Wikiloc.

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Mi llegada a meta se produce tras 9 horas de intenso disfrute a largo de 48 kilómetros de trail running por senderos entre praderas, vacas, burros y del paraíso natural asturiano. A nivel personal me encuentro muy satisfecho de entrar en meta y alzar el emblema de la carrera, la cabeza de toro, y haber finalizado esta prueba que contó con numerosos abandonos, debido principalmente al excesivo calor y a la exigencia física de algunos de sus tramos.

En definitiva, una carrera de montaña sumamente recomendable por su espectacular recorrido a través del Parque Natural de las Ubiñas, con una impecable organización, adecuados avituallamientos, perfecto balizado y un buen ambiente para disfrutar de esta fiesta de trail running.

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